miércoles, 28 de mayo de 2014

Última línea.



Ella: 
¿A caso cierras tus ojos e imaginas que es ella quien roza tus labios?
¿Tiemblan tus piernas de terror cuando la realidad te azota?

Él: 
No es así. Sabes que no es así. Te amo...
Algo me ocurre cuando estoy con ella, pero no sé cómo explicarlo.
Te amo... de veras que te amo.

Ella: 
¿Extrañas cruzarte con ella por las calles?
¿Extrañas planear huir lejos con ella y compartir los lugares de tu infancia?
No digas que no... Puedo verlo,
tu mirada ya no es la misma, al menos no para mí.

Cada que me miras, veo tu decepción, 
tu cansancio de esperar algo mejor y... claro, que nunca suceda. 

Verás, antes de terminar con ésto, antes de que sigas diciendo que me amas (y yo te crea), 
quiero que me escuches, que sepas que, a pesar de cómo sucedió todo, 
sé que no fue tu intención romperme el corazón así. 

Sé también que a veces eres feliz conmigo, cuando te hago reír o cuando cuido de ti.

Sé que alguna vez pensaste en que era el amor de tu vida, pero sé y sabes, que no es así.

Sé que por más que me esfuerce en seguirte el paso, no te alcanzaré,
porque ahora tú vida es ella. Tu camino, tu razón, tus sueños.


Sé que quizá no comprendas la mayoría de las cosas que intenté decirte,
o las veces que hice todo por ti. 
 Sé que mucho quedará desapercibido. 

Solo te pido, que no me dejes así,
dime por qué, dime en qué fallé, o mejor, dime ¿cuándo fue que te perdí?
O no me digas nada, igual, no cambiaría la triste situación...

Dame un último beso, un beso que guarde para siempre, 
como la despedida más dulce....

Un beso que llene el vacío que me dejas, que cubra cálidamente mi dolor.
Que me permita recordar que, alguna vez me amaste.


Él:

Te amo, sabes que siempre te amaré...



No hay comentarios:

Publicar un comentario