sábado, 29 de diciembre de 2012

Subir

Desde la vereda recorrida tras años de suspenso no se había encontrado señal más clara que la que azotaba su frente, enrojecida por el golpe, cansada de la tensión y cargando con pasos cada vez más lentos por el frío atravesando sus huesos, Ella lo supo.

En fin, son cosas que uno esperaría después de tanto tiempo perdido en el limbo.
De las charlas cortas con palabras largas con significado ambiguo y en ocasiones desconocido.

Recoger el tiempo no se pudo. Guardarlo todo en un cajoncito, tampoco.
Sólo se cerró en un rincón mental que se encoje al pasar los días. Sabe de antemano que éso no significa olvidar, significa SUPERAR o alguna palabra bonita parecida.


Cuando las noches son como ésta y la anterior, una taza, dos o tres pero no más, porque otra más termina amargando el alma; El café es la constante limitada, el silencio y la tranquilidad de anhelar subir el escalón, y no caer.